El Senado se puso verde

El 8 de agosto próximo, el Senado de la Nación tratará el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, en lo que será una sesión histórica.

 

Siete presentaciones hizo la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito ante el Congreso de la Nación para que el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) ingresara a la Cámara de Diputados y y obtenga media sanción el 14 de junio pasado. Un proceso que comenzó previamente en el Anexo de la Cámara con 724 expositoras/es que brindaron sus puntos de vista en charlas informativas. El próximo escenario se abre en las semanas previas al 8 de agosto, fecha en la que será tratado en el Senado de la Nación.

Para la periodista de Red PAR y activista de la Campaña, Laura Salomé Canteros, el objetivo consistió en “convertir el relato privado de la clandestinidad en una demanda y en una lucha colectiva”.

 

La irrupción en el espacio público y la configuración de nuevas subjetividades juveniles consolidó “la claridad y la profundidad de los argumentos políticos para despenalizar y legalizar el aborto”, y asimismo, “lo convirtió en un derecho fundamental”. Lo que sucedió luego fue que esa irrupción colectiva demandó “el reconocimiento del Estado de la soberanía sobre el propio cuerpo”, sostuvo Salomé.

 

Si bien Argentina no cuenta con cifras oficiales acerca del aborto seguro ya que el contexto actual es ilegalidad, el Informe realizado en 2005 por el CEDES (Centro de Estudios de Estado y Sociedad) junto al Ministerio de Salud de la Nación por las especialistas en demografía, Edith Pantelides y Silvia Mario, estima que en nuestro país se realizan entre 486 mil y 522 mil abortos inducidos.

Según la diputada nacional por Unidad Ciudadana, coautora y firmante del Proyecto IVE, Mónica Macha, el dato relevante es que “la clandestinidad está más presente en las provincias conservadoras. Es decir, la clandestinidad cubre la situación de todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, pero en sociedades más cerradas, el agravante es mayor ya que muchas se dejan estar porque no se animan a plantearlo. Esto nos da un indicador en términos de salud pública” y es por este motivo que la propuesta acerca de garantizar la salud pública como un derecho universal incluye un “registro de abortos” con el objetivo de sistematizar una “práctica legalizada, algo que es indispensable para contar con números oficiales en Argentina”.

Lo cierto es que Argentina ya cuenta con un marco normativo y es el que se estableció a través del fallo FAL dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2012, que instauró un protocolo de actuación para la interrupción legal del embarazo. En este sentido el IVE viene a ampliar ese marco normativo y establecerlo sin limitaciones en varios aspectos. En este sentido, el espíritu del proyecto tiene como propósito federalizar el acceso a la interrupción seguro en el ámbito de la salud pública.

Para Macha la irregularidad en la que se encuentran las provincias en relación a las políticas socio sanitarias arroja además un dato alarmante:

 

“las estadísticas sobre muerte por aborto clandestino representan una cifra que surge de un marco de análisis de una práctica que todavía tiene muchos costados ilegales. Las estadísticas más bajas hablan de la muerte de 43 mujeres por año, 50 mil internaciones en hospitales nacionales”.

 

Mientras que las provincias del norte y centro del país tienen un “nivel de mortalidad más alto  que en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo. La provincia de Buenos Aires es un sistema sanitario fragmentado y superpuesto pero muy amplio en relación a lo que pasa en otras provincias, por ejemplo, en cuanto a la cantidad de centros de salud, complejidad y acceso geográfico” lo que implica que “aún con dificultades, las mujeres tengan más acceso”, sostuvo.

La proximidad al debate que se realizará el 8A en el Senado implica recuperar algunos signos relevantes de un época para determinar una nueva matriz de pensamiento, que según Canteros, “marcará este proceso histórico rumbo a la extensión de ciudadanías” donde “el sujeto del derecho está presente en la arena del debate. En el Congreso, en las escuelas, en las calles y en las redes. Son las juventudes lxs protagonistas. Y serán quienes defenderán una ley que logremos con la fuerza de quienes nos antecedieron. Porque luchar por el derecho al aborto es luchar por un mundo mejor y una vida digna de ser vivida”, concluyó Salomé.

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